De acuerdo con cifras publicadas por la asociación colombiana de gas natural vehicular, La industria del GNV, asciende de manera significativa dentro del parque automotor colombiano. En el recuento anual de vehículos nuevos con adaptación de fábrica a GNV, se reportó una cifra de 342 unidades, de las que cerca del 75% son vehículos de carga pesada. Estas estadísticas representan una variación significativa, alcanzando un crecimiento del 20% en la apuesta del país por una movilidad sostenible. Esta categoría abarca dicho energético, principalmente por el porcentaje mínimo del que son responsables en la escala de emisiones contaminantes, cuya principal causa es el uso vehicular.
Este panorama, simboliza grandes ventajas para el país, inicialmente en lo que respecta al ahorro del Fondo de estabilización de precios de los combustibles (FEPC), con un total de alrededor de 346mil millones de pesos por año. Así mismo una persona perteneciente al gremio dedicado al transporte público podría tener una utilidad mensual de hasta 1.5 millones por encima de lo regular, si realiza una adaptación a su vehículo a GNV.
No obstante, cabe aclarar que el incentivo mayor para decidirse por la opción del GNV, está directamente relacionado con el sector salud. Esto, teniendo en cuenta que las emisiones de CO2, se posicionan como el principal causante de enfermedades respiratorias en el mundo. Los planes de acción empleados por los gobiernos, enfocados a reducir esta problemática carecen de efectividad en el terreno de la práctica, por lo que se analizó cuidadosamente qué beneficio implicaría este combustible en dicho panorama, y se encontró que un si solo el 30% de la flota de taxis colombiana implementaran esta alternativa se disminuiría la contaminación en al menos 310 toneladas anuales.
La elección del GNV como combustible vehicular, es necesaria para la mejoría de dos de los pilares más grandes: la salud y la economía.
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